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Tras luchar contra el islamismo y políticas identitarias «el ateísmo no logró responderme cuál es el significado y propósito de la vida»
Ayaan Hirsi Ali es una ex musulmana superviviente de la mutilación genital y famosa activista por sus críticas hacia el islam. En cierta etapa de su vida encontró “refugio” en el ateísmo, sin embargo, acaba de anunciar su conversión al cristianismo.
En un texto publicado en el medio británico UnHerd y titulado: “Por qué soy ahora cristiana”, la defensora de los derechos humanos señala que el ateísmo deja un vacio que ha llevado al surgimiento de ideologías irracionales y la erosión de los valores occidentales.
En su opinión, el cristianismo ofrece una base de principios y tradiciones que defienden la vida, la libertad, la dignidad humana y que también contrarresta la división.
“La civilización occidental está amenazada por tres fuerzas diferentes pero relacionadas: el resurgimiento del autoritarismo y el expansionismo de las grandes potencias en las formas del Partido Comunista Chino y la Rusia de Vladimir Putin; el ascenso del islamismo global, que amenaza con movilizar a una vasta población contra Occidente; y la propagación viral de la ideología woke, que está devorando la fibra moral de la próxima generación” explicó Ayan.
En este artículo, la activista afirma que la única forma de luchar con éxito en esa batalla es abrazando la religión cristiana, dado que el ateísmo “no puede equiparnos” para este propósito. Considera que solo así se podrán preservar los valores ya mencionados.
La transición
Ayan Hirsi Alí cuenta que durante su adolescencia estuvo influenciada por los Hermanos Musulmanes (organización política) y allí le inculcaron una interpretación estricta del islam.
Este período se caracterizó por una adherencia a las prácticas religiosas y un profundo desprecio por los no musulmanes, en particular los judíos. Sin embargo, su posterior exposición al ateísmo a través de figuras como Christopher Hitchens y Richard Dawkins proporcionó un contraste con sus creencias anteriores.
De hecho, en 2008 recibió el premio otorgado por la Alianza Atea Internacional para honrar sus contribuciones al mover de la opinión pública en favor de la postura no teísta.
Ahora, Ayaan Hirsi Ali comenta que el ateísmo es una doctrina demasiado débil y divisiva, sin embargo, aclara que no sería sincero de su parte si atribuyera la aceptación del cristianismo únicamente a eso y a la comprensión de que es necesario para fortalecernos contra los que denominó “enemigos amenazantes”.
Destacó que recurrió a Cristo porque, en última instancia, encontró insoportable la vida sin ningún consuelo espiritual; de hecho, casi autodestructiva. Resalta que el ateísmo no logró responder una pregunta simple: ¿cuál es el significado y el propósito de la vida?
La activista también publicó su artículo en la red social X colocando el extracto: «No podemos defendernos de las amenazas existentes a la civilización occidental a menos que podamos responder a la pregunta: ¿qué es lo que nos une? La respuesta de que «¡Dios está muerto!» parece insuficiente».
Al final del texto, la activista explica que todavía tiene mucho que aprender sobre el cristianismo, enfatizando que descubre un poco más en la iglesia cada domingo. Reconoció que, a pesar del miedo y las dudas, hay una mejor manera de manejar los desafíos de la existencia que la sugerida por el islam o la incredulidad.
Fuente | Evangélico Digital
