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14/03/2024Vivimos una época donde el relativismo de todas las cosas llegó a las puertas de la iglesia. Cuando en otros tiempos era sobreentendido que el estudio de la Biblia era imprescindible para todo cristiano, luego fue convirtiéndose en opcional, hasta llegar a este presente donde podemos encontrarnos con cristianos que desestiman el minucioso estudio de las Escrituras. En este diálogo con el pastor Pablo Barabaschi, nos sumergimos en el desafío de recuperar las bases e intentar captar el interés por escudriñar la Biblia.
Como producto de una alianza de iglesias, se erige Antioquía, o ANTQA, tal como lo han bautizado a este seminario que pretende volver a las raíces, cuando la necesidad de estudiar la Biblia era imperante para todo cristiano. Un grupo de pastores argentinos con esta inquietud decidió llevar a cabo este ambicioso plan que se abre paso a todas las comunidades cristianas del país del sur. Pablo Barabaschi, integrante del equipo pastoral de la iglesia Cristo para Todos, de Adrogué, Buenos Aires, es uno de los líderes de esta iniciativa y en diálogo con Vida Cristiana, contó pormenores de la misma.
¿Cómo y cuándo nació este proyecto?
Surge a partir de la demanda de muchos pastores y líderes en busca de un espacio de capacitación formal que les permita crecer en el conocimiento de la Palabra sin dejar de servir en sus iglesias. Fue así que nos encontramos en este camino cinco diferentes ministerios de distintas denominaciones y características, pero con el mismo deseo de formar líderes aptos para las demandas que vienen.
“Lo que vemos en muchos seminarios es que el perfil de sus egresados es más académico que pastoral. Desde Antioquía, creemos que podemos desarrollar una institución con un triple carácter: profético, académico y carismático”.
¿Qué lo diferencia del resto de los establecimientos educativos religiosos?
Creo que el staff de profesores es una bendición. No sólo de un gran nivel académico, sino que todos desarrollan ministerios sólidos y relevantes. La impronta que le daremos al seminario Antioquia es de un carácter triple.
Valoramos muchísimo las diferentes instituciones de formación teológica que hay, y noto que cada vez hay más, lo cual es para celebrar. Lo que vemos en algunas de ellas es que el perfil de sus egresados es más académico que pastoral. Nosotros creemos que podemos desarrollar una institución con un triple carácter: profético, académico y carismático.
1) El aspecto profético aporta relevancia. Entendemos lo profético como una lectura e interpretación de los tiempos con sustento bíblico, dirigido por el Espíritu Santo en la comunidad de fe que aporta entendimiento de los tiempos actuales e imparte esperanza hacia el futuro. Es así que proponemos una enseñanza actualizada y pertinente que hace una lectura de los tiempos a la luz de las escrituras y es funcional a la misión de la iglesia con una visión esperanzadora del futuro.
2) El aspecto académico aporta la profundidad necesaria en el conocimiento de la Biblia y las enseñanzas que de ella se desprenden. Así mismo se propone un diálogo constante con otras disciplinas que enriquecen el ministerio.
3) El aspecto carismático le aporta vitalidad a partir de la dinámica impulsada por el Espíritu Santo. Busca que la experiencia con el Espíritu no esté ausente de los ámbitos de estudio y al mismo tiempo sea uno de los ejes de análisis.
Nosotros creemos que tenemos una impronta particular en lo que pretendemos dar. Creo que podemos definir nuestra propuesta como: “Una experiencia en las aguas profundas de la Palabra de Dios dinamizada por el Espíritu Santo que producirá una espiritualidad encendida que afectarán tanto tu devoción como la manera de percibir y HACER misión”.
Pretendemos formar un liderazgo que impulse iglesias relevantes para la cultura de su época y fieles a la misión revelada en la Palabra.
¿Qué motivó a abrir un seminario bíblico de estas características?
Que cada vez que charlábamos entre nosotros o con pastores amigos de este tema de la preparación ministerial y la formación de nuevos líderes en la iglesia surgía la misma carga por encontrar un espacio de formación que nos ofreciera todo esto. En algún punto uno se da cuenta que esa necesidad se constituye en un llamado. Entendemos que hay algo en común que tenemos para dar y que va a bendecir al liderazgo espiritual de las iglesias. Esa es la principal motivación, mirar al futuro y ver la iglesia de Cristo liderada por discípulos fieles, gente con un corazón encendido para Dios, preparada para toda obra digna del Reino.
¿Cuántas iglesias y qué pastores integran esta iniciativa?
El consejo directivo del Seminario Antioquía lo forman las iglesias de Cristo para Todos, de Adrogué, Buenos Aires, con los pastores Bernardo y Marisa Affranchino, Pablo y Mari Gabi Barabaschi. La iglesia Comunidad Redentor, de las ciudades de San Lorenzo y Rosario (Santa Fe), con los pastores Daniel y Patricia Cattaneo. La iglesia Hay vida en Jesús, de Río Grande (Tierra del Fuego), con los pastores Héctor y Andrea Pauli. La iglesia Centro de Adoración, de Rawson (Chubut), con los pastores Maxi y Daniela Gianfelici y el Centro Cristiano Puerta Abierta, de la ciudad de Sáenz Peña (Chaco), con la pastora Mabel Tolosa de Claus. Además, hay otras muchas iglesias en el rol de “Iglesias asociadas” que se suman al proyecto. Nuestra idea es ser de utilidad a las iglesias que compartan esta misma necesidad de la formación de un nuevo liderazgo para un nuevo mundo. Es un espacio interdenominacional e internacional.
“La teología dialoga continuamente con la cultura de cada época, es desafiada por nuevas preguntas y quienes quieren capacitarse deben avanzar a través de los sinuosos caminos que abren esas preguntas”.
Si tuvieras que mirar en retrospectiva -y aunque las comparaciones son odiosas-, ¿qué diferencias notas en los estudiantes de teología de hace 30 años a los de este tiempo?
Bueno, cada tiempo tiene sus demandas y sus particularidades. Hoy las personas dan forma a su sistema de creencias no sólo desde un púlpito al que acceden el domingo, sino de la multiplicidad de ofertas que encuentran en el universo digital. Hoy la demanda es mayor, atravesamos una era que, más que definirla como la era del conocimiento, la tenemos que pensar como una era de aprendizaje continuo. La teología no está exenta de esos avatares. Se suele pensar la teología como algo fijo, inamovible. Pero la teología dialoga continuamente con la cultura de cada época, es desafiada por nuevas preguntas y quienes quieren capacitarse deben avanzar a través de los sinuosos caminos que abren esas preguntas.
Nuestra expectativa es dar herramientas que empoderen a los alumnos en el uso del discernimiento, el conocimiento de la Biblia y el acceso a los diferentes avances en las ciencias al servicio del ministerio de la iglesia.
¿Crees que el relativismo de la Biblia es una línea de pensamiento que puede llegar a las puertas de la iglesia? ¿O que ya entró? (tus consideraciones al respecto)
Sí, claramente. El relativismo, el pluralismo como ideología que atomiza y desarma la comunidad, el híper individualismo, el hedonismo. Son todas visiones del mundo que degradan la dignidad del ser humano y por lo tanto las podemos considerar como anti-reino. No podemos esperar que no se infiltren esas ideas en la iglesia (a no ser que quieras ser una iglesia cerrada e irrelevante para tu época) lo que no debemos hacer es tolerar esas ideas que muchas veces están enmascaradas en maquillaje evangélico.
Al mismo tiempo te digo que la Biblia es un libro con una tradición tan extensa y sólida que nos da una seguridad única. Quizás el problema es no darnos cuenta de que la Biblia es el libro de una comunidad, no de una religión. Es un libro que se abre para traer una historia que pertenece a una comunidad de personas que son protagonistas de esa misma economía de la historia que le habla también a esta comunidad actual, no a individuos aislados. La Biblia por su naturaleza nos llama a la unidad a pesar de las diferentes miradas que haya sobre la misma.
Justamente en el Seminario Antioquia buscamos hacer de la “historia” la categoría teológica fundamental para acercarnos al estudio de la Palabra como ministerio. Historia pensada como historia de la salvación (no sólo de la iglesia). La Gran historia de Dios.
“No podemos esperar que no se infiltren las ideas relativistas en la iglesia (a no ser que quieras ser una iglesia cerrada e irrelevante para tu época); lo que no debemos hacer es tolerar esas ideas que muchas veces están enmascaradas en maquillaje evangélico”.
¿Cuáles son los requisitos formales para estudiar en este seminario? ¿Cuál es la modalidad? ¿Dónde se pueden registrar los interesados?
Vamos a ofrecer programas de grado y diplomaturas. Además de seminarios intensivos y clases magistrales. La modalidad es múltiple: presencial, virtual, sincrónica y asincrónica. Queremos que nadie pierda la posibilidad de prepararse por temas de tiempo u horarios. Quienes no puedan estudiar en los días que se dictan las clases, a través de nuestro campus virtual tendrán acceso a todas las clases, herramientas y tutores para autogestionar su estudio. Al mismo tiempo vamos a ir estableciendo diversas instancias para que se conecten con la comunidad educativa.
Para acceder a toda la información en cuanto a oferta académica y costos pueden entrar a la web del seminario: http://seminarioantioquia.com/
¿Por qué “Antioquía”?
Antioquia es una iglesia paradigmática del NT, un prototipo de comunidad de fe impulsada por el Espíritu Santo, carismática, misionera y consciente de los tiempos.
Es la iglesia “en la frontera de la historia” ya que representa la plataforma desde la cual se lleva a cabo la última etapa del plan de Dios, según lo revela Lucas en el evangelio y el libro de Hechos.
Esta iglesia es como un motor, un dínamo que recibe lo que da el cielo y lo expresa en la tierra. Es un centro de adoración y revelación y una plataforma misionera con visión global. Representa el perfil de ministro que esperamos formar
Fuente | Vida Cristiana