Lauren Daigle, nativa de Luisiana, está celebrando lo que considera una “reivindicación” mientras se prepara para actuar en el espectáculo previo al Super Bowl.

Está previsto que la artista cristiana de 33 años se una al músico de jazz Trombone Shorty el domingo para una interpretación de “America the Beautiful” en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.

La participación de Daigle en el principal evento deportivo es un cambio radical respecto a su experiencia de hace cinco años, cuando la cantautora de «You Say» fue expulsada de la celebración anual de Año Nuevo Rockin’ Eve de Dick Clark Productions porque la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, demócrata, quería que la artista enfrentara represalias por actuar en un evento de culto al aire libre en 2020, violando una guía de salud pública.

El evento fue organizado y dirigido por el líder de adoración y activista de California, Sean Feucht.

En ese momento, Cantrell dijo: “[Daigle] lastimó a nuestra gente, puso en riesgo la vida de nuestros residentes y puso a prueba a nuestros socorristas de una manera inadmisible, en medio de una crisis de salud pública. Esto no es lo que somos y no se le puede permitir que represente a Nueva Orleans ni a la gente a la que puso en peligro deliberadamente”.

Pero ahora, cinco años después, Daigle se siente liberada mientras se prepara para actuar en uno de los escenarios más grandes del mundo en su estado natal.

Al aparecer en el podcast “Arroyo Grande” del colaborador de Fox News, Raymond Arroyo, Daigle dijo que se siente reivindicada por la forma en que Cantrell la trató.

“Para llegar a este momento años después, yo diría que para cualquiera que esté mirando y cuya reputación haya sido manchada de alguna manera y que solo esté esperando el momento de la reivindicación, a veces solo se necesitan cinco años”, le dijo a Arroyo.

Cabe señalar que la participación de Daigle en el evento “Let Us Worship” de Feucht, una protesta por las restricciones de COVID-19, no fue planificada. Recordó que iba en bicicleta cuando vio a Feucht, un amigo personal, y decidió pasar por el evento de adoración. En ese momento, Feucht le pidió que cantara.

En su declaración en ese momento, Daigle dijo que estaba “decepcionada de que mi participación espontánea se haya convertido en parte del discurso político y me entristecen las agendas divisivas de estos tiempos”.

La artista cristiana también señaló que nunca fue invitada formalmente a participar en la transmisión de Año Nuevo, pero dijo que se habría sentido «honrada» si la invitación alguna vez se hubiera materializado.

Sobre la carta de Cantrell, Daigle le dijo a Arroyo: “Volví a casa en Lafayette, me metí en la cama de mis padres y me tapé la cabeza como si fuera una adulta. Pensé: ‘Dios, aquí estamos de nuevo’. Porque ahora no hay ridículo público que sea divertido”.

“Lo que aprendí es que cuando la gente necesita un elemento de esperanza, unirse es una de las cosas más hermosas”, continuó. “Es uno de los derechos más increíbles que tenemos en este país. Lo es. Y creo que quitarle eso a la gente es muy desalentador, especialmente en un momento como este”.

Daigle también habló con Arroyo sobre el uso de la canción como una forma de ministrar y compartir a Dios con la gente.

“¿Cómo puedo usar esta canción?”, preguntó retóricamente. “La frase, y no estoy tratando de sonar como un cliché porque sé que, ‘Hola, Christian’, lo que sea, cuando dice ‘Dios derramó su gracia sobre mí’, realmente me atrapó hasta lo más profundo de mi ser”.

“He cantado canciones sobre hablar de Dios, ¿no?”, continuó la cantautora. “Pero cuando ves una canción que tiene como objetivo algo más, y que aún incluye el poder de Dios en ella… tiene como objetivo honrar a nuestra nación y mostrar la belleza de nuestra nación. ¿Verdad? Pero también saben que Dios ha hecho algo por esta nación. Hay algo único en esto. Poder cantar esa canción con una verdadera convicción en lugar de simplemente decir: ‘Sí, simplemente voy a subirme al escenario y tener esta oportunidad’”.

Fuente | Mundo Cristiano