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16/05/2022El excandidato a la presidencia de Chile afirma que “queremos inspirar, vincular y articular política con valores”.
Potenciar líderes políticos, generar intercambio global y local. Promover y defender de forma cada vez más efectiva la vida, la familia y las libertades fundamentales. Desarrollar temáticas, inspirar acciones, coordinar y articular esfuerzos. Estas son las tareas que considera prioritarias para la Red de Políticos con Valores (PNfV por sus siglas en inglés) su nuevo presidente, el chileno José Antonio Kast.
Kast sustituye en el cargo a Katalin Novák, exministra de Familia de Hungría y actual presidenta de ese país. Nació en Santiago de Chile en 1966, es abogado, casado con María Pía Adriasola Barroilhet, con quien tiene 9 hijos.
Fundó el Partido Republicano, con el que se postuló el año pasado a la Presidencia y obtuvo un enorme respaldo que le llevó al balotaje. Hoy los republicanos son la primera fuerza política verdaderamente conservadora de su país, y la tercera mayor bancada por partido en la Cámara de Diputados.
La PNfV es una plataforma de representantes políticos para trabajar en red, en un intercambio global y local, promoviendo y defendiendo activamente valores compartidos entre los que se incluye la protección de la vida humana, el matrimonio, la familia o la libertad religiosa y de conciencia.
“Vivimos en tiempos convulsos: guerras, desafíos económicos, polarización política” afirma Kast en entrevista con Actuall. “Las sociedades se han visto arrasadas por las ideologías y el individualismo, lo que nos demanda un mayor esfuerzo por recuperar nuestros valores y profundizar el encuentro de nuestras comunidades. Pero no hay que desfallecer: tenemos que trabajar y mirar con esperanza el futuro”.
El chileno asegura que los principales desafíos de la organización que ahora lidera son seguir trabajando por la protección de la vida humana, el matrimonio entre un hombre y una mujer, la familia, la libertad de enseñanza, la libertad religiosa y de conciencia que, en estos días, en muchos países están siendo cuestionadas y puestas en peligro. “Un desafío fundamental es lograr conectarnos con más dirigentes y activistas en el resto del mundo”, agrega.
Fuente: www.evangelicodigital.com