El músico Jottapê comentó sobre las severas sanciones que tuvo que asumir por rescindir contratos después de su conversión al cristianismo y su elección de dejar su trayectoria en el ámbito de la música funk.

En un video reciente en YouTube, Jottapê reveló datos acerca de su transformación, detallando que su profunda devoción al Evangelio lo impulsó a dejar fuentes de ingresos que percibía como incompatibles con las doctrinas bíblicas.

“Me bauticé junto con mi esposa, y desde entonces el Espíritu Santo me fue constreñido de varias cosas que hacía, drogas, locura y principalmente mi trabajo, que era lo que sustentaba mi casa, me daba mucho dinero y comencé a idolatrar el funk”, recordó Jottapê.

“Y cuando aprendes a escuchar la voz de Dios, cuando empiezas a buscar más intimidad en lo secreto, cuando aprendes a ayunar, es imposible no entender lo que Dios quiere para tu vida. Y me habló claramente que los talentos que me dio eran para el Reino y no para mí”, añadió.

Jottapê admitió haber llevado a cabo presentaciones en contra de su voluntad para cumplir con contratos adquiridos previamente antes de su transformación. Luego de un concierto final de funk a comienzos de febrero, anunció su retiro y su transformación en Cristo. Actualmente, se enfrenta a severas sanciones por romper acuerdos publicitarios y con su ex productora.

“Renunciamos a muchos ingresos que teníamos, que provenían de cosas que no agradaban a Dios”, comentó Jottapê.

“Tuve que pagar una multa a una casa de apuestas. Era un contrato en el que yo recibía más de R$ 200 mil por mes, además de que también estaba pagando la tasa de rescisión con el productor de funk. Entonces, son multas millonarias”, expresó revelando que aún no ha logrado saldar todas sus deudas.

En una grabación, Jottapê y su esposa, Estefany Boro, relataron su cambio después de aceptar a Jesús. Ella admitió que su vida previa estaba repleta de celebraciones, consumo de alcohol y relaciones fuera del matrimonio, algo que ahora le causaba vergüenza.

Estefany aclaró que, al verse avergonzada por Jesús, entendió la relevancia de la mujer en el núcleo familiar y su capacidad para edificar o aniquilar. Comenzó a orar y nutrir su espíritu para superar sus anhelos físicos.

Después de contraer matrimonio y bautizarse, la pareja dejó de lado sus costumbres pecaminosas. Ahora, su único anhelo es servir a Dios en conjunto como familia.

Fuente | Zona Cristiana