La década de los ’80 fue la más austera en cuanto a producciones cinematográficas acerca de la vida de Jesús. Pero también fue la más controversial a partir de una película que despertó curiosidad y estupor. Si con la ópera rock «Jesucristo Superstar» se levantaron voces críticas que hasta buscaron impedir su propagación, con «La última tentación de Cristo» la palabra «blasfemia» se puso al tope de las tendencias de la crítica de ese entonces. En este capítulo nos detendremos en el polémico guion que llevó a esta película a ser el foco de innumerables repudios por parte del ambiente cristiano.

El primer lustro de la década de 1980 no había entregado ninguna producción cinematográfica ni televisiva acerca de la vida de Jesús. Aún permanecían latentes los grandes éxitos recientes y aun los no tan cercanos, como “Jesús de Nazareth”, “La más grande historia jamás contada” e incluso “Rey de Reyes”, películas que eran una carta fija en los distintos canales de televisión durante la Semana Santa. ¿Cómo competir con semejantes producciones en las que no solo se había hecho un despilfarro de producción, sino que también contaba con las máximas estrellas cinematográficas del momento?

A falta de que en los Estados Unidos o Europa realizaran alguna evocación de Jesús para la pantalla grande, el arte del reciclado volvió y se hizo presente en México. A mediados de la década, el popular director Miguel Zacarías no tuvo mejor idea que realizar un montaje de varias películas mexicanas de la década de los ’60 y ’70 -incluso una dirigida por él mismo- y a modo de collage, recrear “La vida de nuestro Señor Jesucristo”, tal el título de un filme que, a esa altura de los avances tecnológicos al servicio del cine, sonó a poca cosa. Más de dos horas en las que se pueden apreciar secuencias de las películas “El pecado de Adán y Eva” (1969), “Jesús, nuestro Señor” (1969), “Jesús, el niño Dios” (1970) y “Jesús, María y José” (1970), que había dirigido él mismo.

En este montaje es notoria la diferencia en la calidad de imagen de las películas usadas para el montaje y el ensamble de filmes como “Jesús, el niño Dios” y “Jesús, María y José” no permiten una cronología prolija de los sucesos en la vida del Salvador. Por ejemplo, luego de que a Jesús se lo viera en escena como un niño de 4 años que, incluso, hace un milagro en la carpintería de su padre José, se produce la escena en la que Herodes manda matar a los niños de Israel. Acto seguido se ve a soldados romanos corriendo a todas las familias del pueblo, incluida la de Jesús, para secuestrarle niños en edad escolar, cuando el relato bíblico es explícito en que se asesinaron bebés de hasta dos años. También la Biblia relata que José y María y habían sido advertidos de la matanza para que huyeran a tiempo, y en el filme se los ve a ambos escapando con Jesús de la persecución de los soldados. Más allá de estas y otras inexactitudes bíblicas y escenas improbables, los tiempos cinematográficos que ya se vivían por entonces ameritaban otro tipo de esfuerzo a la hora de llevar la vida de Jesús a la pantalla grande.

“La vida de nuestro Señor Jesucristo”
Título original: “La vida de nuestro Señor Jesucristo”
Duración: 132 minutos
Año: 1986
Origen: México
Director: Miguel Zacarías
Protagonistas: Claudio Brook (Jesús), Rita Macedo (María), Guillermo Murray (José), Narciso Busquets (Juan El Bautista), Carlos East (Herodes), Jorge Rivero (Claudio), Juan Miranda (Pedro), Xavier Loya (Andrés), David Estuardo (Juan), Juan Gallardo (Judas), Carlos Agosti (Satanás), Enrique Rambal (Zaqueo), Nélida Bottini (Magdalena), Tito Novaro (Pilatos)

Habían pasado 15 años de la irrupción de “Jesucristo Superstar” en el cine y toda la controversia de la que esta ópera rock había sido foco. Pero sus efectos se fueron diluyendo con el tiempo y sus escenas más bizarras pasaban a ser anécdotas del cine que, a la distancia, hasta fueron tomadas con cierto humor, incluso entre muchos cristianos. Pero lo que llegaría al cine en 1988 fue, sin dudas y hasta el día de hoy, la película que más críticas despiadadas tuvo por parte del público religioso.

“La última tentación de Cristo” es un filme dirigido por el ya consagrado Martin Scorsese, que contó con un elenco notable encabezado por Willem Dafoe, en el papel de Jesús, y en el que buscó explorar la humanidad del Señor. Esa expedición por los rincones más sensibles de Jesús llevó al director a imaginarse qué fue lo que pasó por su cabeza en los momentos más complicados de su paso por la Tierra. No es alocada la especulación del director, máxime teniendo en cuenta que la Biblia relata momentos en los que Jesús fue tentado por Satanás en el desierto. El diablo le prometió provisiones, riquezas y poder a cambio de que lo adorase. ¿Por qué no pensar que la lujuria y el deseo de vivir una larga vida hasta envejecer no fueran parte de esas incitaciones?

De hecho, la película lleva al espectador a imaginarse qué hubiera pasado si Jesús hubiese accedido a esas tentaciones. La película se desarrolla con cierta normalidad bíblica hasta el momento de la crucifixión. Allí se podría decir que comienza otro filme. Se produce un momento crucial que corre por cuenta de la imaginación del director, quien argumentó que una mujer angelical fue a susurrarle a Jesús, mientras estaba colgado de la cruz, que no tenía por qué vivir ese escarnio; que merecía ser feliz y formar su propia familia, y envejecer dignamente. Jesús accede, se libera del oprobio de la cruz, se recupera de la tortura sufrida y comienza a vivir como cualquier ser humano. Se casa, forma una familia y envejece. Por supuesto, las escenas de intimidad sexual fueron las que mayormente escandalizaron al sector religioso. Incluso hasta se puede ver una escena donde Jesús se cruza con el apóstol Pablo y tienen una discusión acerca de su divinidad. Literalmente, parecen dos películas en una, hasta que llega el momento cúlmine en el que Jesús parece haber entrado en razón y, como una especie de flashback, regresa a la cruz, entendiendo que esa era su misión, y exclama “¡Consumado es!”, dejando en claro que todo lo sucedido en esa última hora de cinta fue producto de una supuesta “última tentación” a la que Cristo, finalmente, no accedió para dar cumplimiento al mandato divino. Cabe resaltar que, al iniciar la película, puede leerse una leyenda que dice: “Esta película no se basa en los Evangelios, sino en la exploración ficticia del eterno conflicto espiritual”.

En términos de la industria cinematográfica, “La última tentación de Cristo” logró unas pocas nominaciones y premios académicos, pero su fama fue envuelta en todo tipo de escándalos y reacciones por parte del público cristiano. Por aquellas semanas, luego de su estreno en los cines, se solían ver movilizaciones callejeras con pancartas repudiando la blasfemia de una película que, en algún punto, no fue del todo comprendida. La reacción más grave ocurrió cuando un grupo fundamentalista católico incendió el cine Saint Michael, de París, mientras se proyectaba la película, dejando 13 heridos de gravedad, a la vez que algunos predicadores televisivos infligían verbalmente a Scorsese.

“La última tentación de Cristo”
Título original: “The Last Temptation of Christ”
Duración: 163 minutos
Año: 1988
Origen:
Director: Martin Scorsese
Protagonistas: Williem Dafoe (Jesús), Harvey Keitel (Judas), Paul Greco (Simón), Verna Bloom (María), Barbara Hershey (Magdalena), Víctor Argo (Pedro), Andre Gregory (Juan el Bautista), David Bowie (Pilatos), Harry Dee Stanton (Pablo).
Se puede ver en: https://m.ok.ru/video/2331375766040

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Fuente | Vida Cristiana