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08/02/2023Desde hace varios años a esta parte, los intentos por hacer del cine un espacio para la difusión del evangelio, se vieron marcados por un proceso de aprendizaje que hoy, está rindiendo sus frutos. A la cantidad de actores de talla mayor que han confesado públicamente su fe en Cristo, se le suma una importante cantidad de productores y directores cinematográficos cuyos valores cristianos se dejan ver en sus producciones, las cuales hoy ocupan importantes lugares en los cines y en las plataformas digitales. En este informe de Vida Cristiana reflejaremos el avance y afianzamiento del séptimo arte en el ámbito cristiano. Hablamos con los referentes históricos y con quienes están siguiendo sus pasos en el presente.
Informe: Damián Sileo
Opinan: Arturo Allen, Guillermo Fossa Olandini, Pablo Muñiz y Quique Fraquelli.
Quedaron lejanos los años en que nuestra juventud se regocijaba con la aparición de películas cristianas en formato VHS, que podían verse en las iglesias y también al aire libre, de modo evangelístico. Mientras algunos colportores continuaban recorriendo los lugares más remotos con sus proyecciones en 8mm de películas como “La cruz y el puñal” (1970), las videocaseteras se encargaban de albergar a otro público que se encontraría con títulos más llamativos: “Como ladrón en la noche” (1972), “Trueno distante” (1978) y “La imagen de la bestia” (1983). Esos títulos, entre otros, eran el furor de quienes vivían la adolescencia de aquellos tiempos.
En esos años se podía ver películas bíblicas biográficas e históricas que han sido dirigidas por reconocidos cineastas que no necesariamente comulgan con la fe. Desde la mítica “Ben Hur” (1959), protagonizada por Charlton Heston, quien ya venía de protagonizar a Moisés en “Los Diez Mandamientos” (1956), “Rey de Reyes” (1961), “Moisés el legislador” (1974) hasta la laureada miniserie “Jesús de Nazareth” (1977), de Franco Zefirelli, con Robert Powell como el Salvador. Pero al incipiente cine cristiano realizado con intención le faltaban muchos condimentos para tratar de igualarse al cine convencional. Pasaron años para que esto sucediera y hubo bastante aprendizaje. Los años ‘90 fueron los que iniciaron ese despegue.
La industria del cine cristiano ya estaba en marcha, con producciones netamente dirigidas al público masivo, cuyo fin eran llegar con el mensaje de salvación a través de historias bíblicas o ficciones. La contratación de actores conocidos de Hollywood para protagonizar algunos de aquellos primeros filmes, encendieron una luz de esperanza como para que la crítica especializada empezara a tomar en serio esta iniciativa. Los nombres de celebridades como Gary Busey (“Apocalypse”, 1998), Mr T (“Judgement”, 2001) Nick Mancuso (“Tribulation”, 2000) o Liam Neeson (“El progreso del peregrino”, 1979) hicieron que el cine con contenido cristiano empezara a ser considerado en serio.
A eso, se le sumó la creación de productoras cinematográficas cristianas, que tuvieron gran auge en México en la última década del siglo XX, entre las que se destacó la productora Armagedón, que en cuestión de meses habían lanzado un impresionante catálogo con una docena de películas como “El despiadado” (1990), “Persecución infernal” (1992), “El chupes” (1992) y “Vida después de la muerte” (1993), entre otras. Las actuaciones eran bastante amateurs, pero el cine cristiano ya empezaba a experimentar cierta independencia al contar con camarógrafos, editores, guionistas y productores cristianos. Fue vital el papel del presidente de esta compañía, el mexicano Paco del Toro, quien fuera uno de los precursores en esta materia y trascendiera a toda América Latina con sus producciones.
“Estamos ante una oportunidad única para los que amamos contar historias, y más específicamente historias con un mensaje de fe.
Con la diversificación de los medios, debido a la multiplicación de plataformas digitales, la industria, en general, está más “hambrienta” de contenidos que nunca.
Si bien podríamos decir que las historias con valores cristianos no son las más buscadas, eso no las excluye de encontrar un lugar en los diferentes catálogos online.
Como productor de cine, luego de hablar con otros productores, distribuidores y también con representantes de varias plataformas, pude arribar a la conclusión que para llegar a ser una película “atractiva” a nivel comercial, lo más importante es el standard de calidad.
Estamos hablando de calidad técnica en producción, en el elenco artístico, en dirección y, obviamente, en el guion cinematográfico. Luego, si el mensaje es pro familia, si es un mensaje de fe o no, hoy podría decir que para los que toman decisiones es algo secundario.
Me llena de alegría ver como día a día crece el número de productores cristianos no solo en los Estados Unidos, sino en todo Latinoamérica que están entendiendo este concepto.
En resumen, si queremos que nuestras películas lleguen a millones de personas con el mensaje de salvación y que dignifiquen dicho mensaje, no veo otro camino que la excelencia”.
Pablo Muñiz, productor y director de cine argentino (Catedral Medios)
El siglo XXI fue una vuelta de página muy significativa en materia de cine cristiano, por varias causas que han llevado la temática religiosa a la pantalla grande. A la existencia de productoras netamente cristianas, actores cristianos, financiamiento para la realización de filmes con esta temática y un circuito para su proyección, se le sumaría la gran cantidad de actores que han revelado a través de entrevistas o bien en sus redes sociales, su compromiso con la fe.
Uno de los casos más emblemáticos es el del actor Kirk Cameron, protagonista principal de la saga “Dejados atrás” (2000, 2002 y 2005), la novela de ficción apocalíptica basada en los libros de Tim La Haye y Jerry Jenkins. Cameron tuvo una nutrida carrera en Hollywood, pero dio un salto importante al convertirse en un referente del cine cristiano y al día de hoy, es un verdadero embajador del séptimo arte al servicio del Evangelio. A la lista se puede sumar a Kevin Sorbo, Mark Whalberg, Chuck Norris y Neal McDonough, un reconocido actor que se niega a hacer papeles donde tenga que protagonizar escenas de sexo o siquiera besar a una mujer en los labios. Conocido es, también, el caso del actor Stephen Baldwin, quien había denunciado que la industria de Hollywood lo mantenía al margen por sus creencias religiosas. Y qué decir de Denzel Washington, que no se cansa de hablar de su fe en cuanta entrevista da a los medios de comunicación.
Párrafo aparte merece Chris Pratt, quien no perdió oportunidad de testificar de Cristo durante la entrega de un premio, lo que le valió el repudio de la prensa especializada, aunque recibió el apoyo de sus compañeros. Hoy se lo sigue viendo en papeles protagónicos de filmes como “Los guardianes de la galaxia” o en la trilogía de “Jurassic Wold”. Y no menos relevante fue la irrupción de Jim Caviezel, quien protagonizó a Jesús en “La Pasión de Cristo” (2004), y luego de eso estuvo en innumerables espacios contando su experiencia con Dios durante el rodaje.
“Definitivamente el cine ha tomado en los últimos años una relevancia muy importante en el mundo cristiano. Creo que tiene que ver con varios aspectos, y el primero es la calidad. Y no solamente la calidad técnica, sino al nivel de la escritura. Las historias que se han estado contando han sido muy relevantes, impactando al público de manera significativa. A su vez, las cadenas de cine le están dando la debida importancia. Se ve algo que no se veía hace unos años, y es la de estrenos de películas cristianas en las salas de cine. Ha habido películas que tuvieron gran impacto, no sólo en los Estados Unidos sino también en algunos países de Latinoamérica.
Por otra parte, la iglesia ha visto en el cine una gran herramienta evangelística. Hemos podido ver cómo las iglesias se organizan y van al cine, e invitan a gente que tal vez no quiere ir a una iglesia. El cine es un territorio neutro y de pronto la gente tiene la oportunidad de escuchar un mensaje cristiano. Lo vimos muchísimo en América Latina. Nuestra primera película estrenada en cine fue en 2009 y pudimos palpar esta realidad, con más de medio millón de personas que pasaron por la sala de cine, en tanto que unas 20 mil personas decidieron aceptar a Jesús como Salvador luego de ver esta película durante una proyección pública”.
Arturo Allen, productor de cine mexicano (CanZion Films)
En la última década, se produjo un crecimiento exponencial del cine cristiano, logrando, incluso, la proyección de sus películas en las grandes cadenas de cine. Claro que no fue fácil ya que al principio, solo daban una semana de vida en la pantalla grande, por lo que hubo casos, como los de la película “La Pasión de Cristo” (producida por Mel Gibson en 2004) o “Las Crónicas de Narnia” (2005), que movilizaron a las iglesias para copar los cines de cada ciudad y “obligar” a las salas a mantener en cartel por más tiempo estas producciones con valores bíblicos. El fenómeno se extendió luego con películas como “El Otro” (2014), una producción argentina que estuvo más de dos semanas en cartel y la biografía de Luis Palau (“Palau”, 2018), que recorrió las salas de varios países de América Latina y España permaneciendo por un tiempo considerable en las salas.
Las plataformas digitales capitaneadas por Netflix y hoy secundadas por Star+, Paramount+ o Amazon Prime, también se convirtieron en albergue para muchas producciones cristianas. Allí pueden verse filmes como la trilogía de “Dios no está muerto” (2014, 2016 y 2018), de la productora Pure Flix, “A prueba de fuego” (2008) o “Enfrentando gigantes” (2006), realizaciones de Sherwood Pictures, de los hermanos Kendrick. O también películas con fuerte contenido cristiano como “La Cabaña” (2017) o la serie “The Chosen” (2017), tan aclamada en los últimos meses.
A propósito de “La Cabaña”, este filme estuvo protagonizado por Sam Worthington (“Terminator – La salvación”, “Avatar”, etc), quien engrosa la lista de actores de primera línea que han tenido papeles protagónicos en películas con contenido religioso. En los últimos 10 a 15 años ha habido un aluvión de largometrajes que relatan historias de personajes bíblicos que han sido encarnados por afamados actores, como Russel Crow (“Noé”, 2014), Christian Bale (fue Moisés en la película “Exodus”, 2014), Taylor James (“Sansón”, 2018) o Dougray Scott (Moisés en “Los diez mandamientos”, 2006).
Actualmente se pueden contabilizar varias empresas cinematográficas cristianas en América Latina. CanZion Films, por ejemplo, es una división del sello disquero CanZion, dedicada a la producción y distribución de películas, las cuales han tenido una importante circulación en la década pasada. Cabe destacar que CanZion Films es la principal distribuidora de títulos como “Cuarto de Guerra” (2015), “Dios no está muerto” (2014), “El remanente” (2014) y “El poder de la cruz” (2015), entre otros, en América Latina.
En Argentina, Doxa Films se erigió como una productora independiente que, además, se aventuró a la creación de un festival de cine cristiano independiente, que se desarrolla en la primavera austral y cuyo formato es muy parecido a los grandes festivales cinematográficos del mundo, con proyecciones múltiples y premiaciones a distintos rubros.
“Así como existe un ‘cine comercial’ que persigue entretener y, aunque no siempre lo logre, hacer explotar las taquillas con sus recaudaciones, existe otro ‘cine independiente’, que puede ser de ficción, documental o animación y está lejos de buscar réditos económicos.
Este último muy raras veces consigue subsidios estatales o aportes privados y aunque esto parezca un limitante, en Doxa Films nos impulsó a multiplicar nuestra fe y convertir nuestro proyecto de “cine independiente” en “cine dependiente de Dios”. Hoy, luego de 9 años de trabajo y en pleno rodaje de nuestro 3er largometraje, nos sentimos bendecidos porque siempre conformamos nuestros equipos con personas creyentes, que comparten la visión y se han ido sumando en la escritura de guiones, en el área actoral, técnica, cediendo locaciones o asistiendo en la logística.
Actualmente la exhibición de producciones independientes en salas de cine queda acotada a pocos días y con bajos niveles de audiencia, por lo que el mayor alcance lo hemos logrado participando de festivales de cine en todo el mundo y mediante streaming en plataformas digitales como Amazon Prime, GlouCinema (Canzion), o incluso YouTube.
Seguimos avanzando con la mirada puesta en el Señor, realizando producciones que transmiten el evangelio, conscientes de que nuestro éxito no se basa en resultados de taquilla, sino en la certeza de que “Su palabra no volverá vacía”.
Guillermo Fossa Olandini, productor y director de cine argentino (Doxa Films)
Si de premiaciones se habla, y a propósito de “The Chosen”, la serie producida por Loaves & Fishes Productions se encuentra nominada a un premio que otorga Moviguide, una empresa que desde 1996 entrega galardones a películas con valores familiares y cristianos. Los Awards Moviguide 2023 se darán el próximo 26 de febrero y la ceremonia será televisada por UPtv.
Por último, hay un factor imprescindible para la tarea de influencia cristiana en el mundo de los medios audiovisuales, y es el de los propios cristianos que ven en esta industria un lugar no solo para desarrollarse profesionalmente, sino para compartir su fe, dándole preponderancia al testimonio, profesionalismo, compañerismo y demostración de los valores cristianos en el diario andar. Ya hicimos mención de varios actores de renombre que testifican de su fe y son de influencia entre sus compañeros en los sets de filmación de películas que no necesariamente son cristianas. Pero el involucramiento de cristianos profesionales en áreas técnicas o detrás de cámara en la producción cinematográfica, también trae sus frutos.
En la Argentina, Enrique Fraquelli comparte su experiencia en el campo, en la que deja en claro que los principios cristianos son innegociables.
“Mi experiencia dentro del ámbito cinematográfico de la corriente general inicia en 2013, cuando decidí capacitarme para entender cómo funciona ese medio, cómo se escriben las historias que atrapan al público, cómo se filma, cuáles son las cuestiones que uno debe tener en claro al momento de proponerse al frente de una producción televisiva, cinematográfica o similar.
Fueron años de ensayos y errores, para adquirir la experiencia y “aceitar” la mecánica de un rodaje. La capacitación para lograr productos de calidad es fundamental.
Noto un paralelismo con lo que ocurrió en el ámbito radial a principios de los 90’s, cuando las emisoras de ideología cristiana brotaban como pasto por todos lados, pero no se capacitaban con la misma intensidad.
Creo que la década del 2010, con la facilidad de acceder a medios de registro audiovisual, nos mostró que hay muchas buenas intenciones, pero la calidad no acompañó a la voluntad de utilizar esos medios para transmitir el mensaje bíblico.
Otro punto que me parece importante entender es que no siempre se predica diciendo “Cristo, Cristo, Cristo, gloria, aleluya”, como recurso para que el espectador entienda que se le está hablando de la forma de vivir que Dios diseñó para el humano. Me viene a la memoria la frase de Francisco de Asís: “Predica el Evangelio todo el tiempo y, si es necesario, utiliza las palabras”. Muchas personas esperan que en una película se diga “Jesús te ama” para considerar su contenido como “cristiano”, pero se olvidan de que esa frase por sí sola no enseña a vivir de acuerdo a los preceptos bíblicos. Hay enseñanzas que se fomentan desde los contenidos que dejan la firma del Señor en su mensaje, aun no siendo explícitos al respecto”.
Enrique Fraquelli, productor cinematográfico, integrante del Polo Audiovisual de Merlo, en Buenos Aires, y responsable de contenidos y desarrollo de la plataforma de contenidos audiovisuales Mirar (mirar.net.ar.)
Hitos de la filmografía cristiana en el mercado cinematográfico
A continuación, una breve reseña de aquellos lanzamientos que generaron cierto impacto en el mundo del cine, a partir de una temática basada en la Biblia o en sus personajes como así también sobre temas donde se pone de manifiesto el perfil cristiano.
1961: “Rey de Reyes”. Adaptación de la vida de Jesús con el protagónico de Jeffrey Hunter y la dirección de Nicholas Ray. Fue un filme que contó con la narración del afamado escritor, actor, productor y director Orson Welles.
1977: “Jesús de Nazareth”. Miniserie hecha para la televisión, con una duración de 380 minutos, que fuera difundida en los canales oficiales de muchos países del mundo. Con la actuación de Robert Powell en el papel de Jesús, el director, Franco Zefirelli, marcó una bisagra en materia de superproducciones bíblicas para el cine y la televisión.
1979: “El progreso del peregrino”. Este mediometraje que tuvo su origen en una historia del teólogo John Bunyan, pasó un tanto inadvertido por la crítica en general, pero entre las perlitas que se pueden rescatar en este filme es la participación del laureado actor Liam Neeson en el papel de El Evangelista.
2004: “La Pasión de Cristo”. Sin dudas, hay un antes y un después de esta película en el mundo de la cinematografía religiosa. La crudeza del relato de las últimas horas de Jesús en la visión del popular actor de películas de acción Mel Gibson, y la notable labor de Jim Caviezel encarnando al Señor, más la increíble movida de las iglesias de América Latina para su uso evangelístico en las salas de cine, han sido algunos de los argumentos para sostener la idea de que esta película fue una bisagra en la historia y del cine. Por otra parte, hizo que la crítica especializada empezara a ver con otros ojos el avance de la cultura cristiana en el séptimo arte.
2006: “Desafío a los gigantes”. Si bien es la segunda producción de los hermanos Alex y Stephen Kendrick, fue la que conmocionó al público cristiano por varias cosas. En principio, un guion con alto voltaje espiritual, pero visto desde una historia simple y un escenario poco convencional como es el mundo del fútbol americano en los campus universitarios, para contar una historia cristiana. Por otra parte, a poco de haber sido lanzada en los cines y en el circuito interno de las iglesias, para sorpresa de muchos creyentes, la película caló en la grilla de canales de películas como Cinecanal y HBO. Fue, sin dudas, el espaldarazo que dejó a los hermanos Kendrick en la cresta de la ola, con un filme que les costó 100 mil dólares pero que recaudó 100 veces más. Luego de eso, se produjo una seguidilla de películas notables, como “Prueba de Fuego” (2008), “Reto de Valientes” (2011) y “Cuarto de Guerra” (2015), entre otras.
2009: “Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero”. Sin dudas, uno de los filmes fantásticos que a su vez, refleja uno de los mensajes cristianos más claros. La utilización de personajes de fábula para contar la historia de Jesús y su obra redentora es una de las más logradas estrategias del notable escritor C. S. Lewis cuando escribió esta saga de 7 libros que ya fue llevada al cine en sus tres primeros tomos.
Demás está decir el éxito cinematográfico que fue en su momento y la forma tan sutil de entrar en la conciencia del público con el mensaje de salvación.
2016: “Hasta el último hombre”. Narra la historia de Desmond Doss, un comprometido cristiano que se enlista en las filas del ejército de los Estados Unidos para servir en el frente de batalla, con la única condición de no portar armas ni matar a nadie. La historia real fue tomada por la productora de Mel Gibson, quien dirigió el filme protagonizado por Andrew Garfield (“El sorprendente hombre araña”), convirtiéndose en la película no salida del riñón de las productoras cristianas, pero que ha tenido un claro mensaje evangelístico hacia todo el mundo.
2019: “Unplanned”. Si bien no se trata de una película que relate la vida de algún personaje bíblico o una historia cristiana actual, estuvo en boca de todos por tratar un álgido tema en el que la iglesia tuvo un gran protagonismo en toda América Latina y los Estados Unidos: el aborto. Narra el vuelco que tuvo Abby Johnson, una de las principales promotoras del aborto desde la compañía Planned Parenthood, que al presenciar por primera vez este desgarrador crimen contra los nonatos, pasó a ser una férrea luchadora por la vida y estar en la mira de la empresa multinacional más interesada en el control de la natalidad.
La película tuvo una notable resistencia y boicots por parte de los promotores del aborto y hasta peligró su proyección pública. Incluso algunos medios y programas de espectáculos se negaban siquiera a mencionarla entre los estrenos a raíz de su temática. Pero estuvo en cartel lo suficiente como para convertirse en un hito del cine con valores.
Fuente: Vida Cristiana