Un hospital de campaña en EE.UU que fue instalado en medio de la crisis sanitaria que sufre el país está cambiando la vida de muchos de los que están recluidos al ofrecer más allá de un cuidado médico.

Samaritan’s Purse ha instalado un pequeño centro médico de campaña en el estacionamiento del hospital de Lenoir en Carolina del Norte, el cual viene equipado con 30 camas, un puesto de farmacia, uno de suministros médicos, áreas de colocación de medicamentos y un remolque para ducharse.

En las afueras de las carpas, hay una línea hecha con cinta donde marca el límite para que se use todo tipo de implementos de higiene como delantales, máscaras, guantes, protectores faciales y también gorros quirúrgicos.

Y a pesar de que no cuenta con una UCI con ventiladores como las que están erigidas en Italia, Cremona y Nueva York; ésta es tan necesaria como las demás pues dentro de la localidad la cantidad de contagiados aumenta drásticamente cada día y muertes también con 1.000 diarias.

Este hospital solo se atiende a pacientes que provienen de 5 hospitales regionales, los cuales ya están a su capacidad máxima, pues las hospitalizaciones aumentan cada día con 3.800 por día.

La unidad ya admitió a un primer paciente el jueves pasado y para el lunes ya había sido dado de alta junto a 4 más; en total ya han atendido a 23 pacientes.

De parte de la organización cristiana, Edward Graham, hijo del evangelista Franklin Graham, dijo que ellos desean a través de la Bolsa de Valores de SP compartir sus recursos con otros; «Creo que aquí en la Bolsa de Valores de Samaritan se nos ha confiado talento. Dios espera que salgamos y lo usemos», dijo.

Los contratados para este trabajo, como enfermeras, doctores y paramédicos, dicen que más que un oficio es un servicio a Dios, los cuales los compromete por tres semanas aproximadamente con múltiples asignaciones diarias.

Respetando la fe de cada uno de los pacientes, el personal toma su tiempo para orar junto a ellos; quienes están siendo tratados acceden a la oración de manera muy receptiva.

“Preguntamos: ‘¿Podemos orar contigo?’.  Si dicen que no, no rezamos con ellos. Respetamos mucho la fe de cada uno”, cuenta Shelly Kelly, enfermera de 49 años, que trabaja dentro del hospital en una rotación de tres semanas.

Para el hospital Cadwell y su directora, Laura Easton, es de gran ayuda y muestran gratitud con todo el personal que los ha aliviado cuando todos los centros hospitalarios están a su máxima capacidad.

«Son cuidadores muy competentes y compasivos. Todo mi personal médico, mis médicos, mis enfermeras, todas las personas en la primera línea de nuestra organización, sienten mucha gratitud y aprecio por la ayuda que brindan a los pacientes», dijo Easton sobre el personal médico.

Para quienes trabajan con Samaritan’s Purse además de tener trabajos adicionales a este, comparten que es realmente gratificante servir a otros y mostrar el amor de Jesús, «No se trata solo del trabajo que hacemos, sino de cómo nos desarrollamos como individuos a través de nuestro servicio y cómo experimentamos el amor de Jesús para que podamos transmitirlo a nuestros pacientes. Es muy gratificante”, expresó Kelly.

El hospital planea quedarse todo el tiempo que sea necesario, aunque su política sea permanecer en un lugar solo por 4 o 6 semanas.

Fuente: bibliatodo.com