El Senado de la República en México atravesó un periodo de sesiones cuyas propuestas atentan contra las libertades fundamentales. Entre ellas se encontraba una ley que criminaliza a pastores si, desde el púlpito, emiten “discurso de odio o discriminatorio hacia la diversidad sexual”. Las sanciones propuestas van desde la amonestación hasta la cárcel.

De forma simultánea, se dictaminó una iniciativa llamada «Igualdad Sustantiva y Género», la cual modificaba 18 artículos de la Constitución con más de 40 reformas. Dentro de los tópicos que se incluían, figuraba la práctica del aborto bajo la figura de “Autonomía Reproductiva”. A su vez, se presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Salud, que proponía al aborto como un derecho de salud pública que buscaba en teoría “garantizar a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia”.

Otras propuestas aniquilaban el concepto del matrimonio, establecían el derecho a la “identidad genital” e imponían transversalmente la ideología de género en todos los actos de gobierno, incluyendo el presupuesto necesario.

Una lucha contra la opacidad

Estas iniciativas habían pasado por las comisiones de manera disimulada, a fin de evitar obstáculos en el debate público y lograr que subieran al pleno y lograran su aprobación.

Al descubrir esta práctica, el Lic. Aarón Lara, presidente de Iniciativa Ciudadana (brazo en México del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia), compartió cómo vivieron días de negociaciones políticas con los principales liderazgos de la Cámara de Diputados. «Gracias a Dios logramos un acuerdo para ‘congelar’ esos dictámenes y que no pasaran al pleno», aseguró.

Junto con diversas organizaciones pro vida y pro familia que también participaron en esta batalla hicieron además uso de una campaña en redes sociales exigiendo a los diputados que no asistieran a la sesión y así no convertirse en cómplices del crimen del aborto. Esto llevó a un enorme debate y presión mediática a favor y en contra de las propuestas.

«No todos los grupos provida estaban de acuerdo con la estrategia; pensaban que la campaña no iba a funcionar debido a la falta de ética o moral de los diputados que actúan por consigna. Sin embargo, gracias a Dios, logramos un impacto en la percepción de los políticos. Los diputados finalmente no llegaron a la sesión que tuvo que cancelarse por falta de quórum«.

Congelado el proyecto

En México está finalizando el periodo legislativo mientras comienza un nuevo periodo electoral que concluirá el próximo 6 de junio.

Por este motivo, las iniciativas “congeladas” no disponen de tiempo para su desarrollo, y deben quedar aparcadas hasta que finalicen las elecciones.

Esta será la convocatoria electoral más grande en la historia del país con más de 21 mil cargos a elegir y más de 100 mil candidatos para ocupar dichos puestos.

Fuente: evangelicodigital.com