Senadores en EE.UU alertaron al Comité Judicial de su país el peligro que representa la aprobación total de la ley de igualdad LGBT para las comunidades religiosas.

«HR 5», el proyecto de ley que Biden apoya, comprende la enmienda de la Ley de Derechos Civiles de 1964, la cual fue aprobada para acabar con la discriminación racial y a la cual podrían agregarle «la orientación sexual y la identidad de género» en temas como lugares, alojamientos públicos, educación, vivienda y empleo.

Durante una audiencia con el Comité Judicial del país, dos senadores alzaron su voz para expresar el impacto negativo que tendría la aprobación de esta ley, puesto que miles de organizaciones religiosas de cualquier denominación podrían ser clausuradas por su oposición a la comunidad LGBT.

«Cualquier organización o escuela… que se aferre a una visión biológica del sexo como parte de su creencia religiosa, entraría en el punto de mira de esta nueva ley contra la discriminación», dijo Abigail Shrier, periodista e investigadora.

Por su parte, el senador Tom Cotton, quien es republicano y representa al estado de Arkansas, explicó que muchas personas estarán siendo discriminadas y tratadas como personas de segunda clase solo por pensar que «las mujeres son mujeres y que los hombres son hombres».

Tanto Shrier como Cotton en conjunto con Mary Rice Hasson del Centro de Política Pública y Ética llegaron a la conclusión de que «la Ley de Igualdad, si se convierte en ley, cerraría o castigaría a miles de organizaciones benéficas, clínicas, servicios comunitarios y escuelas en todo el país que se basan en la fe».

«Absolutamente y cualquier casa de culto religioso, caridad basada en la fe que cumpla con las restricciones basadas en el sexo biológico se vería afectada», dijo Hasson.

«Por ejemplo, si tiene un alcance caritativo judío que separa a hombres y mujeres, estará sujeto a una demanda por discriminación, porque correrán el riesgo de violar esa disposición, protegiendo la identidad de género. Entonces no es cierto decir que las personas de fe no pierden nada bajo la Ley de Igualdad. Lo perdemos todo… Es un cambio completo, radical y radical en los derechos de los estadounidenses religiosos», agregó.

Este proyecto de ley prohíbe que las personas puedan hacer uso de la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa para demandar en función de las clases cubiertas por la Ley de Igualdad LGBT, la cual fue hecha por Bill Clinton y evita que «el gobierno sobrecargue sustancialmente el ejercicio de la religión de una persona».

«Está expandiendo su potencial responsabilidad y vulnerabilidad y, al mismo tiempo, eliminando lo que ha sido un estatuto tremendamente importante para las personas religiosas», explicó Hasson.

«Una iglesia que abre las puertas a la comunidad con cualquier tipo de ministerio puede estar sujeta a demandas por discriminación, porque ahora serán consideradas un alojamiento público de la misma manera que un estadio o algo así», agregó.

Concluyendo, los tres defensores de la libertad religiosa dijeron que de aprobarse, será muy difícil que cualquier persona pueda volver a «vivir su fe públicamente».

Fuente: bibliatodo.com