Mientras en el Reino Unido la vacunación a la población inicia esta semana, no se espera que los países de bajos recursos tengan acceso a estos medicamentos sino hasta 2022.

Según los cálculos de algunas organizaciones, los países ricos están acaparando vacunas contra el covid-19 por montones, mientras que solo 1 de cada 10 personas en 67 países pobres tendrá acceso a una vacuna en 2021.

Grupos como Oxfam y Amnistía Internacional se han unido para denunciar que los países ricos, que representan el 14% de la población mundial, han comprado el 53% de todas las vacunas disponibles.

«Estas naciones más ricas han comprado dosis suficientes para vacunar a toda su población casi tres veces antes de finales de 2021», aseguran.

Se estima que el 100% de las vacunas contra el coronavirus de Moderna y el 96% de las Pfizer-BioNTech, ya están comprometidas para los países ricos.

«En contraste, Oxford / AstraZeneca se ha comprometido a proporcionar el 64 por ciento de sus dosis a las personas en los países en desarrollo», informa la unión.

La situación en esto es que pase lo que pase, al menos el 18% de la población mundial, mayormente habitantes de países prósperos, será vacunado para finales del 2021; pero puede que esto no ocurra en naciones como Kenia, Myanmar, Nigeria, Pakistán y Ucrania que juntas ya han reportado más de 1.5 millones de casos.

El grupo, cuyo nombre es The People’s Vaccine Alliance, también está pidiendo a los gobiernos que hagan todo lo posible para garantizar que las vacunas contra el covid-19 se conviertan en un «bien público mundial».

«Los países ricos tienen claras obligaciones en materia de derechos humanos, no solo de abstenerse de acciones que puedan dañar el acceso a las vacunas en otros lugares , sino también de cooperar y brindar asistencia a los países que la necesitan», ha dicho un representante de Amnistía Internacional.

Si bien los países desarrollados tienen suficientes fármacos como para vacunar a su población hasta tres veces, los países de bajos ingresos no pueden ni siquiera cubrir el total de sus trabajadores de la salud y personas de riesgo, argumentan las organizaciones.

«Necesitamos dejar de lado las ganancias de la industria farmacéutica durante esta pandemia sin precedentes, tanto para salvar a la humanidad como a la economía», solicita un representante de Frontline AIDS.

Fuente: bibliatodo.com